“Las balas asesinas no silencian tu voz: ¡Viva Andalucía Libre!”

Manifiesto del Bloque Nacionalista Andaluz en el LXXII Memorial del Asesinato de Blas Infante.

En esta madrugada del 10 al 11 de Agosto, SETENTA Y DOS AÑOS atrás, en el kilómetro 4 de la Carretera de Carmona, en Sevilla, las tropas fascistas españolas asesinaron, cruel y vilmente, a don Blas Infante, Padre de la Patria Andaluza. Y lo asesinaron, según sentencia condenatoria de muerte del Tribunal de Responsabilidades Políticas, dictada cuatro años después, en 1940, “por haberse significado como propagandista para la constitución de un partido andalucista o regionalista andaluz”.
En ese momento, en ese instante, el Estado español pretendió sepultar, de una vez por todas, no sólo a una persona en concreto, sino a todo lo que ella misma representaba, cualquier pensamiento o idea en defensa de los derechos de la Nación Andaluza y de sus ciudadanos. El propio fallo de la Sentencia Condenatoria , por si hubiese cualquier tipo de dudas, lo deja muy claro, no sólo por el texto del mismo, sino por la fecha en que se dicta, transcurridos cuatro años desde el asesinato.
En ese mismo momento, también, Blas Infante cayó abatido al suelo gritando en voz alta “¡VIVA ANDALUCÍA LIBRE!”. Tanto los asesinos materiales como los “intelectuales”, aquellos que ordenaron la ejecución, pensarían que ya, jamás, se volvería a oír ese grito, que nadie más defendería a Andalucía, a los andaluces y andaluzas. Afortunadamente, eso no sucedió. Las balas asesinas no consiguieron silenciar la voz de Blas Infante, sus ideas, sus pensamientos, su lucha por la Liberación de Andalucía y por la constitución de un auténtico y verdadero Poder Andaluz, su lucha por una Andalucía Libre.
Una poderosa muestra de todo ello es la propia existencia del BLOQUE NACIONALISTA ANDALUZ, formación política que ha nacido con el objeto, precisamente, de continuar con la labor de Blas Infante, la consecución de un Poder Andaluz, un Poder Andaluz Soberano, sin ataduras a nada y a nadie, en defensa de la identidad, la soberanía y la personalidad de Andalucía, en la que tan sólo ésta sea la dueña de su propio destino, del destino que quieran sus ciudadanos y ciudadanas, decidiendo libremente. Y decidir libremente supone no mantener a nuestro País, a Andalucía sometida a los intereses partidistas de formaciones como el PSOE, el PP o IZQUIERDA UNIDA, formaciones todas ellas que, en ocasiones muy concretas que todos sabemos, se dan un pequeño barniz andalucista para parecer lo que no son, para esconder su auténtica realidad, sucursales de partidos españolistas cuyos únicos objetivos están en La Moncloa y en el Congreso de los Diputados, traicionando a sus votantes andaluces, olvidándose de quienes les ha prestado su confianza y, lo que aún es peor, aun conociendo los reales y auténticos problemas que en Andalucía sufrimos, obviarlos, dejarlos en un segundo o tercer plano, siempre en detrimento de nuestra Tierra y a favor de sus intereses de partido.